Celda 211 (reseña)

Nos encontramos ante una película cerrada en un ambiente penitenciario en una especie de „micromundo“ donde todo tiene lugar.

Daniel Monzón nos muestra  como conviven esos hombres encerrados, acostumbrados a su encierro. La sociedad carcelaria, incluyendo tanto a los encarcelados como a los funcionarios de prisiones, que así misma se rehace creando sus jerarquías, sus códigos y sus reglas dentro de sus muros.

No muy lejos de nuestra propia idea de lo que es una cárcel.

Se puede elogiar a todos los actores a un  Luís Tosar que nos lleva a esa realidad como si fuera suya, a Alberto Amman en un papel y con una metamorfosis perfectamente creíble, y a Antonio Resines mostrándonos una violencia contenida y explosiva propia de nuestra sociedad.

Un recreo de la violencia en todos sus diferentes aspectos.

Totalmente factible.

Pero esta película no es solo violencia y desasosiego también nos habla de la falta de sentido de vida, de la lucha innata de las personas por sobrevivir y de la dinámica de los destinos.

Aconsejable.

Schreibe einen Kommentar

Deine E-Mail-Adresse wird nicht veröffentlicht. Erforderliche Felder sind mit * markiert

*

Diese Website verwendet Akismet, um Spam zu reduzieren. Erfahre mehr darüber, wie deine Kommentardaten verarbeitet werden.