La película El Sur de Victor Erice, ya de por sí envuelta en una especie de leyenda como película incompleta que es, pertenece a lo que podríamos llamar nuestro fondo de armario cinematográfico.
Ya en las primeras escenas aparecerá un cierto misterio y una cierta tristeza que se harán dueñas poco a poco de la pantalla. La trama aparece ante el espectador despacio, repitiéndose con una minuciosidad inconsciente.
De todos los pocos personajes de El Sur el protagonismo se lo gana Estrella que va adentrándose en la vida interior de su padre a la vez que va creciendo.
Como si los paisajes no tuvieran otra misión que la de recordarnos la trama de la película aparecen perfectamente encuadrados, grisaceos, húmedos, mostrándonos ese misterio suspendido en el aire durante los noventa minutos.
La película nos va absorviendo poco a poco. El interior de los personajes principales va dominando cada vez más la película hasta llegar a acaparar toda nuestra atención. La fascinación sobre el espectador viene de la mano del estrecho vínculo entre el padre y la hija.
El Sur es la primera película de este proyecto. Una película austera y exigente como el inicio de este proyecto compartido.